jueves, 7 de junio de 2012

Compañero del alma tan temprano dedicado a Antonio García Aparicio

Con este articulo iniciamos una serie de escritos realizados por compañeros de Antonio García Aparicio donde se recoge opiniones, recuerdos, impresiones sobre el trabajo realizado en distintos ámbitos de actuacion como profesor, como compañero, como amigo, como Diputado, etc.
Este primer articulo que publicamos a continuacion,  ha sido escrito por Concha Arribas, concejal portavoz socialista del Ayuntamiento de Logroño, Secretaria de Politica Municipal de la Agrupacin Socialista de Logroño y sobre todo profesora y compañera de trabajo en el IES de Antonio.



“Compañero del alma tan temprano"
M. Hernández
                                                                                                             
                                             
                              
La palabra nos ayuda a vivir. En todo momento la dulzura de las palabras que Antonio García Aparicio pronunciaba, aportaban razones a los más variados debates. Supo, como nadie establecer interrogantes; abrió las puertas del conocimiento a infinidad de alumnos y alumnas que escuchaban con respeto sus clases, siempre realizadas entorno a la palabra, suyas o de autor, escritas u orales, daba igual, pero siempre desde las palabras; generó deseos de aprender a través de su  presencia, de su conocimiento, de la imagen del gran conocedor de la literatura y de la vida… Pero no es de su faceta de profesor de la que quiero hablar. Seguramente sus antiguos alumnos, los que tuvieron el placer de caminar con él en la senda de la reflexión literaria, sean sus mejores portavoces.

Deseo referirme al compañero, al que caminó conmigo en la difícil tarea de educar, al compañero que contribuyó a la reflexión educativa, al compañero que leía serenamente en el Departamento de Lengua esperando la siguiente clase; al que ordenaba las estanterías multicolores de saberes ancestrales en los que él se deleitaba, al hombre afectivo, dialogante, respetuoso hasta el infinito,…. Resulta fácil tomar aquellas palabras de uno de sus grandes amigos, A. Machado, al hombre “en el buen sentido de la palabra, bueno”. Esa es la imagen de Antonio, entrañable compañero.

Todos aprendimos con Antonio. Y compartiendo tiempos de café o excursiones con alumnos, aprendimos el valor de la serenidad necesaria en la docencia, de la reflexión precisa para definir aspectos importantes de la educación de nuestros jóvenes, del debate constructivo. Disfrutábamos de sus ligeras palabras garabateadas en folio con la tinta de cualquiera de sus muchas plumas de escribir, o de su forma de señalar los aspectos importantes en los libros. Leíamos con fluidez las páginas de sus muchos manuscritos novelescos, debatíamos hasta la saciedad sobre la realidad recreada en ellos. Aprendíamos siempre.

En este momento en el que Antonio García Aparicio ya no volverá a estar con nosotros, queremos, en nombre de todas las personas que disfrutan aprendiendo, entregar su nombre a nuestra escuela de formación: su presencia, su letra, sus palabras estarán con todos nosotros y permanecerán para siempre en el tiempo. 
Concha Arribas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias Concha, a ti personalmente por estas palabras, de compañera y amiga, y al resto de las personas que han pensado en nuestro padre para dar nombre a esta escuela de formación.

Han pasado más de seis años de su fallecimiento, y es muy bonito comprobar lo vivo que sigue su recuerdo no sólo en su familia, sino también entre sus amigos y compañeros de partido.

A nosotras, sus hijas, nos ha emocionado mucho vivir cómo y por qué habéis pensado en su nombre para este proyecto y queríamos trasmitiros nuestro más sincero agradecimiento.

Un abrazo,

Aitana y Ana

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